"Jennifer Thorndike confirma sus dotes de narradora (ya mostradas en su libro de cuentos Cromosoma Z) con esta novela inquietante, cuestionadora, dura. El último capítulo, el único en el que se registra un cambio de narrador, y en el que se da el más significativo salto al pasado, golpea fuerte. Nadie puede salir indemne de este libro."