"Te ríes ante cada uno de mis fracasos: pones las manos en el estómago, tensas la mandíbula y comienzas con una risa casi inaudible, una torcedura de labios, una levantada de cejas. Luego abandonas el salón de clase y afuera ríes y ríes. Tu cuerpo se dobla de felicidad. No te contienes, sino que me llamas para hacerlo más evidente. Quieres que salga humillada y te mire rabiosa, quieres que explote por dentro, que las ganas de gritar me consuman hasta reducirme y convertirme en el ser insignificante que crees que soy".
Hello, Goodbye